En base al marco conceptual proporcionado por el Programa Sanitario Paso a paso nos cuidamos, presentamos el siguiente protocolo, que está al servicio de un retorno progresivo y responsable a la vida pastoral normal de la Iglesia en Santiago

Seguimos el camino de apertura progresiva, siempre en armonía con las indicaciones de la autoridad sanitaria y consientes que el culto y, particularmente, la vida sacramental son una necesidad insustituible para el bien espiritual del Pueblo de Dios.

Sabemos que este camino requiere de la generosa colaboración de sacerdotes, consejos parroquiales y todo el pueblo cristiano. La buena realización de este proceso nos permitirá avanzar sin prisa, pero sin pausa, en una progresiva normalización, respetando los tiempos y modos que la autoridad sanitaria indique.

Hacemos propias las palabras del Papa hace algunos días: “Estén atentos, ¡no canten victoria aún!, ¡no canten victoria demasiado pronto!”. La prudencia nos ayudará a avanzar sin tropiezo, pero también sin retrocesos.

Durante la celebración eucarística

Aspectos generales:
a) La celebración no durará más de cuarenta minutos.
b) Las lecturas las lee una misma persona.
c) La colecta se traslada para el momento de la salida.
d) Para la plegaria eucarística se recomienda que los copones se mantengan con sus tapas y el cáliz con la
palia.
e) La paz sólo se puede dar como un gesto, pero sin ningún contacto físico.
f) Al entrar, durante y a la salida de la celebración, siempre se conservará la distancia física de 1,0 metros.

En la comunión
a) Antes de comenzar a dar la comunión el sacerdote dice a la asamblea “el Cuerpo de Cristo” y responden
todos juntos “amén”. No se dice “Cuerpo de Cristo” a cada feligrés, sólo se hace un gesto de presentar la
hostia al feligrés, quien puede hacer una reverencia como signo de aceptación antes de recibirla.
b) Por resguardo sanitario solo se dará la comunión en la mano.
c) Los fieles se bajan la mascarilla sólo para comulgar, luego se la vuelven a colocar.

A la salida
a) Al momento de salir habrá dispuesto un canasto para hacer la ofrenda de la colecta.
b) En este período se recomienda que las personas no se queden en el templo un tiempo extendido, pues se
debe sanitizar para la siguiente celebración.

Para ver el detalle del plan ingresa ACÁ

Fuente: Arzobispado de Santiago