Misión y Fundamentos
La Iglesia actúa en la sociedad y la sirve por medio de una estructura visible. Para que esa existencia visible sea eficaz, se debe disponer de los medios materiales necesarios y así pueda realizar su misión:
- Anunciar el Evangelio
- Celebrar la vida nueva en Cristo
- Acoger gratuitamente al necesitado
- Dar testimonio de nuestro amor entre hermanos
Contribución del 1%: ¿Qué es?
Para que la Iglesia disponga de medios materiales que la constituyen como signo visible en este mundo, es necesario que todos los fieles que la integran contribuyan a proveerla con parte de sus bienes; al hacerlo su aporte queda elevado al orden sobrenatural al ser parte integrante de un sacramento de salvación. Por eso ningún dinero tiene mejor destino que el que se ofrece para que la Iglesia desarrolle su misión. Esta es la “Contribución a la Iglesia”.
¿Para quién es este llamado?
Este llamado va dirigido a los bautizados, sin distinción de edad, nacionalidad, estado civil, educación, profesión o lugar de residencia.
Específicamente a los católicos practicantes que valoran el accionar de los sacerdotes, catequistas y voluntarios que trabajan bajo el alero de la iglesia.
La iglesia siempre está en nuestras vidas, acompañándonos en las etapas más importantes, en las fiestas religiosas o regularmente en la misa dominical: la Iglesia siempre está presente para acogernos con cariño.
Todos estamos llamados a participar contribuyendo con el 1% según nuestro corazón y nuestros medios: un padre de familia puede dar el 1%, un joven puede dar algo de su mesada, incluso los niños pueden comprometerse.
No existe aporte demasiado pequeño, o demasiado grande. La verdadera medida que da valor a lo que damos a la iglesia, es el amor con que lo hacemos.
La misión de la Iglesia es anunciar la buena noticia del amor incondicional de Dios para todos y cada uno de los seres humanos, expresado en la vida, muerte y resurrección de Jesucristo, Hijo de Dios.